La singularidad del parque es que fusiona un importante sitio arqueológico con un gran entorno ecológico. El patrimonio arqueológico es uno de los más destacados de la costa pacífica de México. El sitio presenta además una diversa variedad de ecosistemas: cantiles al mar, playas, estuario, el río Copalita, las zonas de galería, selva baja caducifolia y macizos selváticos de 35 especies de árboles bien conservados y una amplia biodiversidad de aves, reptiles y anfibios.
Preservación de un patrimonio arqueológico, ecológico y paisajístico.
Los recorridos diseñados van mostrando y explican la biodiversidad mediante fichas y mobiliario, así como las estructuras arqueológicas rescatadas y restauradas. La culminación del recorrido son espléndidos miradores hacia el paisaje del Océano Pacífico y el río Copalita.
El proyecto se complementa con un Museo de Sitio diseñado en un edificio fuertemente relacionado con la selva, el paisaje y el clima; además de oficinas de gestión e investigación para arqueólogos, botánicos y administración. Este núcleo configura un marco de acceso con plaza, cafetería y servicios.