El Ojo de Agua del Obispo un parque histórico, contenido por muros y lleno de múltiples simbolismos, entre otros, es origen de la ciudad de Durango. En 1554 los colonizadores españoles descubrieron un manantial que había sido utilizado por las comunidades indígenas. En 1728 el obispo Benito Crespo ordenó la construcción de un embalse junto con un sistema de acequias para que el agua potable llegara a todos los hogares.
El objetivo principal del parque es consolidar un ambiente contemplativo propicio para la relajación, la meditación y el sentido del misterio.
GDU desarrollo el proyecto de restauración y adecuación del sitio; se restauraron muros y puertas históricos, así como escalinatas y rampas de la presa. Se reconfigura el cuerpo de agua y se crean espacios de estar en diversas terrazas. Se le dio especial importancia a la iluminación de los monumentales ahuehuetes (taxodium mucronatum), que ofrecen gran valor ambiental e histórico, y brindó la posibilidad de abrir el espacio a eventos nocturnos.
El objetivo principal del parque es consolidar un ambiente contemplativo propicio para la relajación, la meditación y el sentido del misterio, incorporando además una gran masa de agua y un vasto espacio verde e histórico, recuperando la memoria, el origen y la identidad.